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ABC CORDOBA 19-02-2004 página 7
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ABC CORDOBA 19-02-2004 página 7

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ABC JUEVES 19 2 2004 Opinión 7 JAIME CAMPMANY Nos quedamos sin saber quién de los tres es más pardillo. Pero no lo serán tanto, porque los pájaros ya han dado en el trigo LOS TRES EN RAYA V DARÍO VALCÁRCEL Es un error usar el europeísmo en una campaña electoral interior. Europa es transversal, interesa a conservadores y socialistas. La ficción socialismo igual a europeísmo es un error favorable al PSOE. España es sustancialmente europea FRANCESES, BRITÁNICOS, ALEMANES OSCIENTOS millones de ciudadanos. Tres pueblos de enorme potencia histórica, agotados por dos guerras mundiales, renacidos... Gran sabiduría acumulada. Pobladores de medio mundo, en América, Oceanía... Pueblos sufridos y orgullosos, con historias democráticas de siglos o de años. En todo caso, muchos años ya. En el siglo pasado, se entrecruzan tiempos de plomo: interminables espacios concentracionarios, donde millones vivieron en la tortura antes, evidentemente, de morir. Es curioso, la raza germana se avergüenza de aquellos años, 1933- 1945, pero no admite que los ajenos se lo recuerden. Demasiado insoportable es el fardo, parecen decir, para que vengan además a señalarnos. Los responsables de estos tres pueblos se han reunido ayer en Berlín. La novedad mayor la aporta Tony Blair, hoy distante de George W. Bush. Blair es un europeo convencido de la necesidad de Europa, también para América. Los tres políticos son consumados profesionales. Los tres están lejos de eso que, en nuestro tosco código idiomático, llamamos verdaderos hombres de estado. Pero no pasemos la vida recordando a Churchill, Adenauer, De Gaulle... Británicos, alemanes y franceses tienen suficiente capacidad de investigación para proporcionar algunas neuralgias a sus primos norteamericanos. Por ejemplo en Airbus, rival de Boeing; o en Galileo, rival de GPS. La actual superioridad de América es abrumadora. Pero no imbatible. Por lo demás, los reunidos en Berlín no la quieren batir (ante el exterior todos son occidentales; no se distingue entre americanos y europeos, según Dominique Moïsi) Existe Japón, una realidad. Y existe la expectativa china. Rusia, salvo milagro, tardará siglos en despegar. India, Brasil, Suráfrica, México, Chile podrán dar buenas sorpresas. Británicos, alemanes y franceses, combinados, pue- D den ser temibles, aunque el nacionalismo del siglo XIX sea inútil hoy. Cuentan América y Europa. Por eso resulta equívoca la reacción de italianos, españoles y polacos. La Italia del norte pesa, y mucho. Los españoles no deberíamos adoptar ese tono torpe de perdonavidas. Por nuestra propia fuerza, por el milagro democrático de la transición y por las perspectivas firmes de América Latina. También por las empresas- -Telefónica, Endesa, Repsol, Cepsa- -que se juegan su dinero, bien jugado, en Marruecos y Argelia. Los polacos, mayores que los estonios, son entes de ficción. Se repite que en España el verdadero ministro de Asuntos Exteriores es el jefe del gobierno, y es cierto. Pero en Alemania o Reino Unido, la fuerte personalidad del ministro filtra, contradice, discute, forcejea... Hay que celebrar que Mariano Rajoy conceda todo su peso a la política exterior. Todo es política exterior, el término ha dejado de existir. Quizá no haya sido oportuno dar la imagen de socios enfadados, marginados (Italia es clave pero hasta que no desaparezca Berlusconi no será convocada) Además ¿de qué nos quejamos? ¿No asistía anteayer el ministro del Interior español a la reunión a cinco en Baviera? Las geometrías son variables. Aún no ha llegado la información de Berlín. La agenda es breve, según el ministerio británico: Constitución y Defensa. El 77 por ciento de los europeos está a favor de la Constitución común. Otros grandes capítulos pendientes no se discutirán: Pacto de Estabilidad, derechos de los estados miembros, agricultura... Un comentario doméstico: es un error usar el europeísmo (o el terrorismo o las migraciones) en una campaña electoral interior. Europa es transversal, interesa a conservadores y socialistas. Hacer la ficción de socialismo igual a europeísmo, PP igual a bushismo, es un error estratégico, favorable al PSOE. España es sustancialmente europea. ÁLGANME la Moreneta, sant Jordi y sant Cugat (o sea, san Cucufate) y la que ha organizado Pasqual Maragall con esas ganas frenéticas que le atosigaban de ser President de la Generalitat y de ocupar el sillón del Molt Honorable Pujol en el Palau de San Jaume. Ya podía haberle cogido por su cuenta el Patufet y habérselo llevado al Aneto para echarlo a volar desde su cumbre en el parapente de doña Marta Ferrusola, por ver si descendía a tierra con menos arrebatos de encumbramientos. Porque aquí estamos ahora, liando y desliando las elecciones del 14- Marzo con la tregua de los etarras en exclusiva para Cataluña, el comunicado nauseabundo en lo político e inmoral en lo ético que dice el cínico redomado de Juan José Ibarreche, y las correndillas de los líderes políticos a los micrófonos de urgencia para hacer declaraciones de sálvese quien pueda. El problema que tienen ahora los españoles es averiguar quién es el más pardillo de los tres caballeros: Rovira, Maragall o Zapatero. Carod- Rovira sale ahora por los cerros de Úbeda y, como aquel general tan valiente, tan valiente, que no se rendía ni ante la evidencia, afirma que él no negoció nada, que no prometió nada a cambio de la tregua, y que ya se dice en el comunicado que la tregua estaba decidida y en acto antes de sus conversaciones con los dos angelitos de la banda criminal. Vamos, que debemos creer que el esquerro- republicano se reunió en Perpiñán con el Mikel Antza y el Josu Ternera para jugar al tresillo o al pinpin- margarín. ¿Hablar? Pues hablaron del tiempo, como los ingleses. Hablar de atentados y de muertos es una ordinariez. Pasqual Maragall, como posee un lirismo heredado y una iluminación adquirida, calificó poéticamente el comunicado etarra (al fin y al cabo a quien beneficia es al PP) y no hizo mención al pacto tripartito. ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? se preguntará el votante socialista. Luego, acosado a preguntas, afirmó con mucha seguridad y firmeza que ni el comunicado de ETA ni los resultados del 14 de marzo lograrán romper el pacto tripartido. O sea, para expresarlo en cristiano: que él sigue. Contra viento y marea, contra comunicados y treguas, contra el pin- pin- margarín de Carod- Rovira, él sigue. Miren ustedes, Maragall no se ha sentado en el sillón de la presidencia de la Generalitat para levantarse a la primera dificultad. Sepan ustedes que el tripartito es, ahora más que nunca, una piña indestructible. Y hala, nois, a cantar lo de la Font del Gat y que gane el Barça en Valencia, collons. ¿Y Zapatero? ¡Oh, Zapatero! ZP dejó entrever, así entre elegantes brumas retóricas, que si no echan a Carod- Rovira de Esquerra Republicana, habrá que tomar alguna medida en el Gobierno catalán. Y cuando le preguntaron respondió que lo que había dicho, dicho estaba. ¿Y qué medidas pueden ser esas? Hombre, pues, por ejemplo, retrasar una semana más su incorporación al antiguo cargo de conseller en cap, yo qué sé. O sea, que nos quedamos sin saber quién de estos tres en raya es más pardillo. Pero que tampoco lo serán tanto, porque los pájaros ya han dado en el trigo.

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