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ABC CORDOBA 13-01-2004 página 3
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ABC MARTES 13 1 2004 La Tercera MONTERREY: EL PASADO COMO FUTURO L parecer, una oposición cerrada y rabiosa a los Estados Unidos es la seña de identidad común más notable entre los presidentes hispanoamericanos reunidos en Monterrey con George W. Bush. No importa cuáles sean las propuestas políticas que éste lleve a la cumbre, la respuesta previamente establecida es negativa. Desde hace un tiempo, los gobiernos del sur han procurado dejarlo claro con actitudes irritantes y reñidas con el sentido común. Cuando el embajador Noriega, jefe de la diplomacia estadounidense para Hispanoamérica, dijo que la actitud oficial argentina respecto de Cuba era motivo de preocupación y decepción Kirchner encontró aval para insistir en lo que no correspondía, incluso en un político de la oposición radical que, sacando las cosas de quicio, afirmó sin ruborizarse que la declaración del diplomático era un deleznable ejemplo de prácticas despóticas y colonialistas y violatorias del derecho público internacional Lula, por su parte, consciente de que el tema del Área de Libre Comercio de las Américas es uno de los temas que a Bush más le interesa tratar en la reunión, permitió que uno de sus consejeros más cercanos sostuviera que el foro (de Monterrey) no es ni será adecuado para discutir ese asunto a la vez que él negociaba una reunión paralela a la cumbre para asociar a México al Mercosur. Chávez, fiel a su lamentable estilo, se entretuvo en tildar de analfabeta a Condoleeza Rice, a la vez que sostenía exactamente lo mismo que el asesor del mandatario brasileño. El chileno Ricardo Lagos fue considerablemente más discreto, atento a una novedad esencial en sus vínculos con Vicente Fox: la suspensión de las importaciones de carne de los Estados Unidos por México, a la vista del caso de las vacas locas. México es el quinto importador mundial de carnes, con una compra anual de 400.000 toneladas, cantidad equivalente a la que Argentina exporta a más de setenta países diferentes, y Chile se convertiría en uno de sus tres proveedores principales, junto a Australia y Nueva Zelanda, descartados Argentina y Uruguay por no poseer la certificación internacional de países libres de aftosa. No obstante, es muy difícil que Lagos se desligue tajantemente de sus pares brasileño, venezolano y argentino. Para Estados Unidos, la cuestión del ALCA es primordial y Colin Powell no ha dejado de repetirlo cada vez que se le ha presentado la oportunidad. En buena lógica, éste sería el mejor momento para discutir su implementación de cara a 2005. Nunca antes, ni siquiera en la administración Clinton, Estados Unidos ha demostrado más voluntad negociadora ni menos talante intervencionista en el resto del continente. El incendiario izquierdismo y el antiamericanismo flagrante de los discursos de Lula, Kirchner y Chávez son la mejor pueba de A A muchos puede parecerles obvio, en las relaciones entre Estados Unidos y los países hispanoamericanos, de qué lado está el progreso; esos serán renuentes a reconocer que los términos se han invertido en Monterrey. Las izquierdas de hoy están reivindicando lo mismo que los nacionalismos radicales: Nuestro futuro es nuestro pasado ello: nadie teme que desembarquen los marines. Aunque haya en ello motivos electorales, como coinciden en afirmar casi todos los analistas, Bush llega a Monterrey después de haber satisfecho una de las reclamaciones más reiteradas por Fox: la regularización de los inmigrantes hispanos, en su mayoría mexicanos, 37 millones de personas que le convierten en presidente de la cuarta nación hispana de América, con una población sólo inferior a las de Brasil, México y Colombia, y en el mismo plano cuantitativo que Argentina. Espera a cambio solidaridad en la cumbre y una mayor colaboración en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, las asperezas no ceden y no hay coincidencias sobre temas básicos para la redacción de un documento final, que ya debería estar escrito. La cuestión cubana, que ha estado en el centro de las provocaciones de chavistas y parachavistas de distintos países, parece haberse desvanecido ante el relieve adquirido por otros temas, pero está presente en todos y cada uno de ellos: el libre comercio, la corrupción o la ayuda humanitaria son asuntos relevantes cuando se trata de defender a un gobierno que se ha situado por encima del bien y del mal. Estados Unidos insiste en incluir en la declaración un párrafo en el que conste que el libre comercio es condición para el desarrollo del hemisferio. Lula y Chávez se oponen, la diplomacia mexicana intenta mediar. Estados Unidos propone introducir en los instrumentos legales de la OEA una cláusula de exclusión por corrupción, destinada a expulsar del sistema interamericano o someter a sanciones económicas a un país que no logre contener sus índices de corrupción: nadie puede estar de acuerdo, por la cuenta que le trae a cada uno. No obstante, ése es el enunciado for- mal de una política que ya se ejerce desde hace al menos tres años. A modo de ejemplo: poco antes de iniciar las conversaciones de la cumbre, Néstor Kirchner se reunió con Horst Köhler, director del Fondo Monetario Internacional, organismo del que ya ha logrado la refinanciación de 21.000 millones de dólares de deuda multilateral, con el compromiso de alcanzar este año un superávit fiscal primario del 3 por ciento para pagar al exterior, y del que espera un acuerdo al menos similar para 2005 y 2006; nada de eso hubiera sido posible sin una decidida acción gubernamental contra la corrupción, aun en contra de socios políticos y financieros. Tal vez, la negativa a firmar un documento que incluya ese párrafo sea una muestra de debilidad, pero es presentada como una muestra de desconfianza por el embajador de México ante la OEA, Miguel Ruiz Cabañas, al decir: ¿Quién juzga quién es o no corrupto? Por ejemplo, cabría responderle, Fox en su campaña contra el PRI; y con toda razón. Detrás de todo esto, hay negociaciones de imagen. Kirchner, aplaudido por Chávez por su valor al plantarle cara a los Estados Unidos, estaría dispuesto, según una agencia argentina, a votar favorablemente la propuesta norteamericana respecto de Bolivia, cualquiera que ésta sea, para mantener su posición hacia Cuba. Y Bolivia está pidiendo nada menos que una salida al mar como condición para su desarrollo, algo que jamás se les hubiera ocurrido a los checos, por ejemplo, mientras Evo Morales, a quien la prensa mundial llama sin vergüenza alguna líder cocalero amenaza con hacer de su región un segundo Vietnam Todos ellos- -Lula, Chávez, Kirchner, Lagos y demás dirigentes, incluido Morales- -abogan, al menos formalmente y de cara a su electorado, por un cambio de modelo entendiendo por modelo el neoliberalismo, al que atribuyen la globalización. Obviamente, la realidad va en la dirección contraria: el neoliberalismo es una forma de administrar- -administrando lo menos posible- -la globalización, y la globalización no es una doctrina ni una teoría, sino un hecho. ¿Pretenden acaso que Estados Unidos opte por el proteccionismo en 2004? Los primeros perjudicados serían sus propios países, que poco podrían hacer apartados del mercado global cuando hasta los chinos, en nombre de Marx y de Confucio, pugnan por entrar en él. A muchos puede parecerles obvio, en las relaciones entre Estados Unidos y los países hispanoamericanos, de qué lado está el progreso; esos serán renuentes a reconocer que los términos se han invertido en Monterrey. Las izquierdas de hoy están reivindicando lo mismo que los nacionalismos radicales: Nuestro futuro es nuestro pasado HORACIO VÁZQUEZ- RIAL

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